Presentación de Encointer: Haciendo que la Web3 sea Realmente Inclusiva

Enero 23 de 2022 en Kusama. Escrito por el equipo de Encointer. Traducción de Lorena Fabris

Encointer recibió recientemente el segundo slot de parachain de bien común en Kusama, gracias a la comunidad de gobernanza on chain de Kusama y comenzó a incorporarse a la red el 9 de enero de 2022. En este artículo, analizamos en profundidad Encointer y los problemas que aborda: cómo puede aportar inclusión financiera a Web3 y mitigar los ataques Sybil con un novedoso sistema de “prueba de personalidad” para la identidad única.

El potencial de Web3 va mucho más allá de la remodelación de las finanzas en el mundo desarrollado: también puede utilizarse para fomentar una mayor inclusión financiera en las regiones en desarrollo y nuevas formas de toma de decisiones democráticas. Pero para permitir una mayor adopción, los fees (tarifas) de acceso a los servicios de Web3 deben estar vinculados al poder adquisitivo local. Además, se necesitan mecanismos de votación adicionales, además del voto con monedas, que funcionen según el principio de una persona, un voto.

Estas consideraciones plantean desafíos técnicos únicos para las redes descentralizadas, que Encointer trata de resolver.

Contexto histórico

En el espacio de la blockchain, puede parecer que todo es nuevo y sin paralelo.

Pero si se da un paso atrás, la propiedad y el control de los sistemas descentralizados actuales no son tan diferentes de los sistemas del pasado. En Inglaterra, a principios del siglo XVIII, por ejemplo, se argumentaba que sólo se debía conceder influencia a quienes tenían una participación física en el país. Siguiendo este razonamiento, el voto se limitaba en gran medida a los ciudadanos que poseían tierras, mientras que una clase de grandes terratenientes conocida como landed gentry dominaba el parlamento.

Más tarde, a medida que Gran Bretaña crecía y la agricultura perdía importancia, se hizo necesario un nuevo sistema. Se aceptó que si alguien es afectado por las leyes de un país, debe tener cierto poder de decisión, independientemente de si posee o no tierras (véanse los Debates de Putney).

Si avanzamos hasta hoy, no todas las decisiones en el Reino Unido se toman democráticamente. Por ejemplo, si posees acciones en una empresa, esto te da derecho a ejercer derechos de voto que no están abiertos a otros ciudadanos. Si vives en Londres, no puedes votar en las elecciones parlamentarias escocesas. Pero las cuestiones que afectan a las leyes del país y a las “reglas del juego” en general están sujetas a la supervisión democrática con el sufragio universal.

En su mayor parte, la Web3 sigue siendo un concepto incipiente que aún no ha madurado del todo. Durante esta fase de construcción, mientras se intenta escalar e impulsar la adopción, muchas decisiones sobre la arquitectura y el diseño del sistema han sido impulsadas por consideraciones técnicas pragmáticas. Pero si queremos que los servicios Web3 adquieran relevancia mundial en la próxima década, debemos preparar el terreno para esta transición. En este sentido, tenemos que plantearnos preguntas difíciles sobre cómo los fees y los mecanismos de gobernanza afectan a la inclusividad de los servicios Web3 y a los procesos descentralizados de toma de decisiones.

Web3 se Enfrenta a un Problema de Inclusión

Los servicios de Web3 se anuncian a menudo como un motor potencial de inclusión financiera en el mundo en desarrollo. Es fácil ver por qué es una idea tan emocionante. Por ejemplo, las remesas: los pagos que envían los trabajadores inmigrantes a sus hogares en el país de origen. Estos pagos constituyen un salvavidas vital para las familias de los países de renta baja y media, y suponen el triple del volumen de la ayuda oficial al desarrollo y, fuera de China, un 50% más que la inversión extranjera directa. Pero estos pagos están sujetos a tasas exorbitantes, siendo las regiones más pobres las más afectadas. Por ejemplo, el costo promedio de enviar una remesa de 200 dólares a través de las fronteras internacionales es del 6,4%, mientras que el costo promedio de enviar la misma suma al África subsahariana es del 8%. Además, las investigaciones indican que las remesas enviadas a través de canales digitales tienden a costar menos que las enviadas a través de los bancos. Todo esto parece sugerir que los pagos digitales descentralizados y entre pares (peer to peer) podrían desempeñar un rol importante.

Pero los servicios financieros de la Web3 se enfrentan a sus propias barreras para la inclusión. Aunque el ecosistema de Polkadot y Kusama puede ofrecer algunas alternativas, la mayoría de las redes ajenas al ecosistema adoptan un modelo de “pago por uso”, que implica tarifas de transacción diseñadas para evitar el spam y priorizar el tráfico en los momentos en que la red está congestionada. Aunque hay muchas buenas razones para imponer tasas en términos de teoría de juegos, éstas suponen un gran obstáculo en las regiones en desarrollo.

Tomemos el ejemplo de Ethereum: el gráfico anterior parte de la hipótesis de que las tasas por una transferencia de ETH pura se sitúan en un rango de entre 2 y 20 dólares (verde), mientras que las tarifas por una transferencia de ERC20 oscilan entre 5 y 50 dólares (azul). La curva ilustra los ingresos diarios per cápita a nivel mundial. Con 20 dólares, el 60% de la población mundial gana menos al día que el costo de una sola transacción. Aunque la estructura de tarifas de Polkadot no es directamente comparable con la de Ethereum, la red se enfrenta a barreras de inclusión similares. Y recuerda que esto sólo tiene en cuenta el total de los ingresos diarios — ni siquiera empieza a tener en cuenta los gastos esenciales como la comida, la vivienda, la luz y la calefacción.

Ajustar las Tarifas al Poder Adquisitivo

Así pues, para promover una auténtica inclusión financiera, los servicios de Web3 deben encontrar la manera de incorporar a las personas con menos medios. Una cuestión clave es que actualmente las tarifas no se ajustan al poder adquisitivo.

Aquí es donde la estructura flexible de la red Polkadot, que combina la seguridad mancomunada con parachains personalizables, plantea interesantes oportunidades. Podrían surgir servicios financieros Web3 localizados que puedan cobrar tarifas ajustadas al poder adquisitivo mediante la emisión de tokens localizados.

Presentación de Encointer

Encointer ha creado un marco que permite a cualquier grupo de personas concentradas geográficamente crear, distribuir y utilizar sus propios tokens comunitarios digitales. Estos tokens pueden distribuirse regularmente a los participantes activos sin costo alguno, funcionando de forma parecida a la renta básica universal, pero sin necesidad de que el gobierno intervenga. Esto podría fomentar la actividad económica local en comunidades donde los individuos tienen habilidades y productos para vender, pero carecen de dinero para comerciar con ellos. Además, al proporcionar una forma de pagar las tarifas en un token ajustado al poder adquisitivo local, podría actuar como un primer peldaño para una mayor adopción de los servicios de la Web3 en los países en desarrollo y los mercados emergentes.

El problema Difícil: Cómo Encointer Resiste los Ataques Sybils

Pero para que un sistema de este tipo funcione, necesitamos enfrentarnos a un problema. En una red pública y sin permisos, cualquiera puede unirse, lo que garantiza la accesibilidad y el seudónimo. Pero hay un problema: si cualquiera puede unirse y todos son seudónimos, cualquiera puede unirse varias veces. Esto conlleva consecuencias indeseables. Por ejemplo, un individuo podría recibir su asignación de un token de comunidad digital muchas veces bajo numerosas identidades. Vitalik Buterin considera que la creación de un “sistema de identidad única” o una prueba única de la personalidad es uno de los problemas más difíciles de los sistemas descentralizados.

Para afrontar este desafío, Encointer adopta un enfoque novedoso. El protocolo estipula que cada participante debe estar dispuesto a demostrar su identidad en eventos físicos de firma de claves. Estos eventos se celebran a intervalos regulares, tienen lugar simultáneamente en todo el mundo y suponen una reunión aleatoria de los participantes en lugares al azar dentro de los límites geográficos acordados de cada comunidad. Este requisito para probar la personalidad y la ubicación hace que Encointer sea más seguro, garantizando que cuando la mayoría de una comunidad es honesta, no es posible un ataque Sybil.

Este mecanismo no sólo es útil para los tokens de la comunidad Encointer: también puede ser aprovechado por cualquier otra parachain Kusama para la defensa Sybil. Por ejemplo, podría utilizarse para establecer una faucet que libere periódicamente tokens a los usuarios si éstos pueden demostrar su personalidad única. De esta manera, la parachain Encointer proporciona resistencia Sybil como un servicio a todo el ecosistema Kusama (y potencialmente a Polkadot a través de un puente entre redes).

Aunque la firma de las claves tiene lugar en persona, el protocolo también implica numerosos mecanismos para proteger la privacidad de los usuarios, lo que es muy importante si sólo se puedes mantener una única identidad.

Para las comunidades en desarrollo, Encointer abre interesantes posibilidades. Al crear un sistema de identidad único y descentralizado que no depende de ninguna autoridad central, podría ampliar el acceso a los servicios de Web3. Encointer ofrece una alternativa sólida para las numerosas personas del mundo en desarrollo que actualmente están excluidas del sistema financiero. Además, mediante la creación de tokens localizados orientados al poder adquisitivo de las comunidades, pueden desarrollarse servicios Web3 con tarifas adaptadas a los niveles de ingresos de los usuarios.

De la Inclusión Financiera a la Democratización

En su fase actual de desarrollo, los mecanismos de toma de decisiones como la votación y la nominación de monedas son adecuados para la mayoría de las aplicaciones de Web3. Para la gobernanza de las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO), por ejemplo, el staking siempre será adecuado.

Sin embargo, a medida que las barreras de acceso caen y la adopción crece, será importante a largo plazo complementar el coin voting (votación de monedas) con mecanismos que operen según el principio de una persona, un voto. La delimitación precisa de qué decisiones deben tomarse mediante el voto con monedas y cuáles mediante la representación igualitaria requerirá una cuidadosa consideración y está fuera del alcance de este artículo, pero los siguientes argumentos apuntan a la necesidad de opciones democráticas:

Racionalidad económica: A largo plazo, la votación con monedas podría resultar problemática si significa que los titulares ricos pueden establecer las reglas del juego a su favor. Un oligopolio de este tipo acabaría creando un terreno de juego desigual que dificultaría la innovación. De hecho, este es precisamente el tipo de inercia institucional que los sistemas descentralizados se supone que desafian.

Racionalidad ética: El poder financiero no siempre es correcto. Para que los sistemas de reputación funcionen eficazmente, por ejemplo, pueden ser preferibles los mecanismos de votación democrática.

En última instancia, principios como el sufragio universal y una persona, un voto son las piedras angulares de cualquier democracia legítima. A largo plazo, como defensores de la Web3, no podemos afirmar que estemos “democratizando las finanzas” o “democratizando la web” si no incorporamos estos principios a nuestras estructuras de gobernanza.

Al permitir que los usuarios demuestren su personalidad única preservando su privacidad, el protocolo Encointer ha sentado algunas de las bases de esta iniciativa. Basándose en el procedimiento de votación de monedas existente, a Encointer se le concedió un slot de parachain de bien común en Kusama, la red canaria de Polkadot, incorporándose con éxito el 9 de enero. Las primeras comunidades de tokens del mundo real se iniciarán con eventos de firma de llaves a lo largo de 2022, lo que permitirá obtener datos y experiencia para probar y perfeccionar el protocolo.

Conclusión

Los servicios de Web3 se enfrentan a una barrera fundamental para la inclusión: el valor de los tokens necesarios para ejecutar las transacciones se fija en función de la oferta y la demanda mundial y no se ajusta al poder adquisitivo local de los países en desarrollo. Como resultado, la gran mayoría de la población mundial queda excluida. Al crear un marco para la formación de tokens comunitarios digitales, voluntarios y locales, ajustados a las condiciones económicas locales, Encointer pretende ampliar el acceso a Web3.

Además, al permitir a los usuarios mantener y validar una prueba única de su condición de persona, Encointer podría permitir que los mecanismos de toma de decisiones existentes, como la votación con monedas, se complementen con instrumentos más democráticos basados en “una persona, un voto”.